Hno. Wilfredo Argueta, OFS

Las Constituciones Generales en su Art. 20,1 nos dice: «Empeñados en la construcción del Reino de Dios dentro de las realidades y
actividades temporales, los franciscanos seglares, por vocación, deben vivir como una realidad
indivisible su pertenencia a la Iglesia y a la sociedad»

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La vida de un franciscano seglar es un llamado a vivir el Evangelio de Jesucristo en el corazón del mundo. Inspirados por el ejemplo de San Francisco de Asís, los seglares tienen el privilegio debemos ser parte activa de la Iglesia y la sociedad, siendo testigos de los valores evangélicos en todos los aspectos de nuestra vida. Esta vocación abarca una amplia gama de apostolados que se enriquecen mutuamente y contribuyen a la construcción de un mundo más justo, fraterno y humano.

1. Administración de Bienes Terrenales:
El compromiso de administrar los bienes terrenales se basa en la enseñanza de San Francisco sobre la pobreza y la sencillez. Los seglares podemos llevar a cabo este apostolado al ejercer la administración financiera y los recursos con responsabilidad y generosidad. Al evitar el consumismo y practicar la solidaridad, po

utilizando sus bienes en beneficio de los necesitados y promover el bien común.

2. Parte de la Iglesia y del Mundo:
Los seglares tenemos la tarea de ser un puente entre la Iglesia y el mundo secular. Al participar activamente en la parroquia local y en la comunidad eclesial, podemos llevar la luz del Evangelio a nuestro entorno cotidiano. También podemos ser agentes de cambio y renovación en la sociedad, llevando los valores cristianos a los espacios donde interactuamos con personas de diversas creencias y perspectivas.

3. Trabajo y Profesión:
El apostolado en el ámbito laboral es esencial para los seglares. Al realizar su trabajo con excelencia, ética y compromiso, podemser testimonios de integridad y servicio. El lugar de trabajo se convierte en un campo de misión donde podemos mostrar cómo los valores evangélicos influyen en nuestra toma de decisiones, relaciones interpersonales y actitud hacia los demás.

4. Participación en la Política, Cultura y Sociedad:
Los seglares también estamos llamados a involucrarnos en la política, la cultura y la sociedad. La política puede ser un medio para promover la justicia y el bienestar común. En la cultura, podemos ser agentes de cambio al fomentar la belleza, la creatividad y los valores humanos. En la sociedad, la búsqueda del bien común y la promoción de la dignidad humana son esenciales para nuestro apostolado.

5. Testigos de la Fraternidad Universal:
La fraternidad universal es un pilar del carisma franciscano. Los seglares podemos vivir este apostolado al construir relaciones de respeto, amor y solidaridad con todas las personas, sin importar su origen, religión o posición social. Al promover el diálogo intercultural y la comprensión mutua, pueden contribuir a la paz y la armonía en una sociedad diversa.

Los apostolados del franciscano seglar son variados y se entrelazan en su llamado a ser luz en el mundo. Desde la administración de bienes terrenales hasta la participación activa en la política, la cultura y la sociedad, cada apostolado ofrece oportunidades únicas para encarnar los valores evangélicos y transformar la realidad. Los seglares tenemos el privilegio de llevar el mensaje de San Francisco de Asís a todos los rincones de la vida moderna, demostrando que la espiritualidad y la acción pueden converger en un impacto positivo y duradero en el mundo.