CC.GG. OFS Art. 20,2: Como primera y fundamental contribución para la edificación de un mundo más justo y fraterno, comprométanse en el cumplimiento de los deberes propios de su trabajo y en una adecuada preparación profesional. Con el mismo espíritu de servicio asuman sus responsabilidades sociales y civiles.

Introducción

La labor y el compromiso de los laicos desempeñan un papel fundamental en la Iglesia Católica y en el servicio al Reino de Dios. Si bien la espiritualidad y la fe son esenciales, la preparación profesional también es crucial para potenciar la contribución de los laicos al servicio de la Iglesia y la sociedad.

1. Un testimonio efectivo

Una preparación profesional sólida permite a los laicos ser testigos efectivos de su fe en sus lugares de trabajo y comunidades. Cuando los laicos demuestran excelencia en sus campos, reflejan los valores y principios cristianos, convirtiéndose en modelos a seguir y ejemplos vivos de la enseñanza de Cristo.

2. Mayor Impacto en la Sociedad

Los laicos ocupan posiciones estratégicas en la sociedad, desde la medicina hasta la educación, la política y la empresa pública o privada. Una preparación profesional adecuada les permite influir y transformar sus entornos, promoviendo valores éticos y contribuyendo al bien común, lo que, en última instancia, es parte del plan de Dios para el mundo.

3. Contribución Efectiva en la Iglesia

La Iglesia necesita laicos bien formados para desempeñar papeles de liderazgo y servicio. La formación profesional puede capacitar a los laicos para asumir roles en ministerios, comités parroquiales, catequesis y otras áreas de servicio, fortaleciendo la vida de la comunidad y el cumplimiento de la misión de la Iglesia.

4. Integración de la Fe y la Profesión

La preparación profesional no es incompatible con la fe; de hecho, puede ser una forma de expresar la fe en acción. Los laicos pueden integrar sus valores religiosos en su trabajo diario, promoviendo la justicia social, la compasión y el cuidado por los demás en sus campos profesionales.

5. Formación para el Discernimiento

La preparación profesional también puede proporcionar habilidades de discernimiento y toma de decisiones éticas. Los laicos bien formados están mejor equipados para enfrentar dilemas morales y tomar decisiones que reflejen sus creencias religiosas.

6. Una Respuesta a la Llamada de Dios

El llamado a servir a Dios no se limita al clero o a religiosos; se extiende a todos los bautizados. La preparación profesional es una respuesta a ese llamado, ya que permite a los laicos emplear sus dones y talentos en el servicio a los demás y en la construcción del Reino de Dios en la Tierra.

La preparación profesional de los laicos, entonces, es un componente vital en su servicio al Reino de Dios y en el fortalecimiento de la Iglesia y la sociedad. Cuando los laicos se esfuerzan por alcanzar la excelencia en sus campos y se comprometen con los valores cristianos en su trabajo, se convierten en agentes de cambio y testimonios vivos de la fe. La formación profesional no solo enriquece sus vidas personales y profesionales, sino que también contribuye significativamente al cumplimiento de la misión de la Iglesia y al avance del Reino de Dios en el mundo.