El Art. 15 de las CC.GG. de la OFS nos dice “3. Los franciscanos seglares comprométanse en reducir las exigencias personales para poder compartir mejor los bienes espirituales y materiales con los hermanos, particularmente con los últimos. Den gracias a Dios por los bienes recibidos, usándolos como buenos administradores y no como dueños.
Adopten una posición firme contra el consumismo y contra las ideologías y las posturas que anteponen la riqueza a los valores humanos y religiosos y que permiten la explotación del hombre.
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La pregunta es ¿Qué se entiende por consumismo? ¿Es lo mismo que “gastar mucho”? Intentaré responder a estas interrogantes.
Cuando se habla de «consumismo», se hace referencia principalmente a la actitud y el comportamiento de priorizar la adquisición y el consumo excesivo de bienes y servicios, a menudo por encima de las necesidades básicas o incluso de manera compulsiva. El término «consumismo» no se refiere específicamente a la cantidad de dinero que se gasta, sino más bien a la mentalidad y el enfoque en acumular y consumir productos en gran cantidad y con frecuencia de manera desmedida.
En un contexto de consumismo, las personas pueden estar impulsadas por una búsqueda constante de satisfacción a través del consumo de bienes materiales. Esto puede llevar a adquirir productos no necesarios, a menudo impulsados por la publicidad y la presión social, en lugar de adquirir lo que verdaderamente necesitan. Como resultado, puede generarse un ciclo de adquisición continua y un deseo insaciable de más, incluso cuando los bienes ya existentes no se han agotado o ya no son útiles.
El consumismo puede tener múltiples impactos negativos, como la sobreexplotación de recursos naturales, la generación de residuos y la contribución al cambio climático. También puede tener efectos en la salud mental, ya que la búsqueda constante de la felicidad a través del consumo puede llevar a una insatisfacción crónica y a un ciclo de endeudamiento.
Es importante distinguir entre el consumo necesario y el consumismo excesivo. El consumo necesario implica satisfacer las necesidades básicas y razonables de las personas, como alimentos, vivienda y atención médica. El consumismo, por otro lado, se refiere al consumo desmedido y a menudo impulsivo que va más allá de lo que es esencial para la vida y el bienestar.
El consumismo se centra en la actitud y el comportamiento de adquirir y consumir en exceso, más allá de las necesidades reales, sin necesariamente priorizar la cantidad de dinero gastado.
[1]Elaborado por: Hno. Wilfredo Argueta, OFS; Economista; Pertenece a la Fraternidad San Antonio de Padua, Col. América.